Estraperlo

Esta mañana, como toda las mañanas, he comprado el pan en el horno de Afrodisio.

Se por experiencia propia que hoy en día es difícil acceder a uno de estos hornos tradicionales donde poder comprar todos los días el pan recién hecho elaborado con leña. Y es que es una pena que el ritmo de la vida y la industrialización hayan apartado de nuestras vidas estos hornos que proporcionan un pan auténtico,sabroso y crujiente.

Hace unos años estuve trabajando como dependienta en una panadería-pastelería de la ciudad. El trabajo era de tardes y es por esto que iba y venía todos los días pues el trayecto sólo me robaba veinticinco minutos en coche. El tiempo hizo que entablara amistad con un señor ya mayor que le gustaba ir todos los días, llevarse algún dulce para merendar y, por qué no, charlar un rato si la clientela nos dejaba. Hablando hablando resultó que años atrás había sido repartidor y conocía el pueblo por las entregas de paquetes que hizo entonces. El caso es que, no sólo conocía el pueblo sino que también conocía este horno donde yo ahora compro el pan. Me pidió le llevara por favor un pan de estos para rememorar aquel sabor y yo, sin problema ni reparo, así lo hice. Me dio el dinero, compré su pan por la mañana y por la tarde se lo dí.

Así estuve más de un año, vendiendo a escondidas este pan de elaboración tradicional cocido a diario en horno de leña y ofreciéndoselo en una panadería donde el pan que se vendía era elaborado industrialmente, precocido, preparado para descongelar y que yo terminaba de cocer allí mismo.

 ¿A que es una bonita historia?