Estos días en el colegio los más pequeños han disfrutado de una actividad extraescolar de lo más atractiva, donde los niños han descubierto el proceso en la elaboración del pan, un producto imprescindible en nuestras mesas que en el pueblo se sigue haciendo de forma artesanal. Una actividad en la que se han unido diversión y tradición.
Ha sido Telesforo, el panadero encargado de abrirles las puertas de su horno y el responsable de hacerles pasar un día que todos recordarán. Para los más pequeños ha sido una experiencia fantástica y divertida, para mí una actividad única y envidiable.
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Y este es el panecillo con el que nos ha sorprendido Rosa en la comida. Lo mejor, su cara de felicidad al ver que le había salido rico, rico.
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